miércoles, 11 de septiembre de 2013

Crónicas de un Gran Corazón

La verdad es que es un etapa de prueba por la que estoy pasando con toda mi familia, tengo muchos sentimientos encontrados, los cuales muchas veces son difíciles de entender y de poder contar o en este caso escribir, conozco a un hombre por aproximadamente 38 años, es de esos hombres que todos queremos ser, una mezcla de imperfecciones, y sobre todo aciertos, con un gran corazón, un hombre generoso, de un gran carácter, que sabe que es lo que quiere, y nunca se arrepiente de lo que hace, un gran maestro, de esos que enseñan solo con el ejemplo, ya que las palabras le fueron cortadas en alguna etapa de su vida, con una personalidad tan suya, que hace lo que le da la gana, sin esperar que a nadie le guste, mientras para él este bien, eso hombres que parecen de acero fuerte como solo el puede ser, y al mismo tiempo muy sensible, con amor por dar a todos sin medida, nunca se fue alguien de mi casa sin comer un plato de comida, por que siempre nos dice, que la comida no se le niega a nadie, siempre hay un plato más para cualquiera, eso creo lo aprendió de su infancia y de Jesús cuando multiplico los panes y los pescados para 5000 hombres, algo que no lo aprendió leyendo la biblia, lo aprendió con la vida que Dios le dio, como un buen hijo suyo,

Es de esas personas que nunca obtienen un "no" como respuesta, como buen vendedor siempre nos dice que cuando un cliente nos da un "no" por respuesta, la venta ya esta hecha, y lo peor es que le resultaba y todavía no se como lo hace.

Es de esos hombre que son capaces de generar rechazo por su forma de pensar y Amor por sus actos, eso hombres que se apasiona con la política, con un odio profundo por la injusticia y la corrupción, con incapacidad para abrazar, pero con la capacidad de con una tierna mirada expresar el inmenso amor con el que solo Dios nos puede mirar, nunca ve nuestros defectos y si los ve los transformaba en virtudes, par sacar algo de provecho de ellas.

Trabajador como el solo, incapaz de estar un minuto quieto (como diría el Panchito, Amperactivo), siempre aparecía y desaparecía no solo de las reuniones, si no en muchas veces de la ciudad, con una capacidad que solo se compara con los magos, ninjas, o fantasmas que parece que atraviesan no solo paredes y puertas sino el espacio, dejándonos atónitos por esa gran capacidad de moverse, siempre atento a que a ninguno de nosotros le falte nada, siempre sacándose el pan de la boca para darles a sus nietos, y con una capacidad de resistir a las tentaciones de comer manjares, solo para que sus nietos, disfrutes de estos, él disfruta solo con verlos y se sacia con lo que otros comen, siempre dispuesto a aprender y enseñar lo poco, o lo mucho que ha aprendido.

Es de esos hombres que le cuesta mentir, que le duele la plata mal habida, y que siempre le importo mas comerse un pollo con su familia a tomarse una botella de whisky con sus amigos.

hay cosas que posiblemente me olvido por que como buen Quiteño no como mucha sardina, ni habas, pero lo único que se es que me ha dado muchas lecciones en mi vida, justo hoy Miércoles 11 de Septiembre lo vi renegar con los médicos, arrancándose la gorra y parándose de la silla en que lo tenían aprisionado con mangueras y aparatos,  por que le pedían  que haga algo que no estaba planificado, detesta la falta de planificación, o más bien la falta de tiempo por estar con las tres personas que estábamos con él, y por las personas que quería ver pero por la distancia no podía, se paro con lágrimas en los ojos a cogernos las manos para que oremos y le pidamos a Dios una oportunidad de vida, ese es mi Papá con miedo a la muerte, no por que no le guste la idea de irse al lado del señor, sino por que esta convencido de que necesita más vida para reponer el tiempo perdido, y dejarnos a todos bien, AMANDONOS

El día jueves 19 de septiembre, un día de eso que uno prefiere olvidar, si poder darnos un abrazo ya que mi papa estaba en terapia intensiva, por que era necesario perparalo para la operación, todo esto basado en el criterio de los médicos, con los cuales me doy el lujo de  contradecirlos, porque estoy convencido que la mejor preparación en estos momentos es ver a las personas que amas y sentir el calor de un abrazo, o sentir los labios húmedos cuando alguien te da un beso, o la fuerza de un apretón de manos (como dice el tío Eddy que no hay mejor reconstituyente que hacer una reunión, ya que allí es una de las pocas ocasiones en que por medio de un abrazo y un apretón de manos de la familia  uno se pone pilas, recarga las energías, entre tantas bromas que hace, mi querido romántico), que saben ellos de las necesidades del alma y del espíritu, que saben de las respuestas de una persona a los estímulos de estar con los seres queridos, si para ellos todos es estadísticas, todo ya esta dicho, y si no hay estudios científicos no vale, votando a la basura todo un conocimiento ancestral, ¿en donde quedaron los remedios caseros?, que como su nombre lo dice son caseros, en medio de la familia, eso es lo que nos cura, no las estadísticas, eso es lo que nos da fuerzas, pero pese a la gran negación de los médicos en dejarnos verle, ingreso al quirófano, me imagino pasándole la vida en unos pocos segundo, ya que las estadísticas le daban pocas posibilidades de vida, porque era de esos caso raros, complicados y que en mi propia familia, ya los hemos visto, y de muy de cerca.
Mientras todo esto pasaba en el quirófano, todos los que estábamos afuera, por que era textual afuera, tostandonos en el calor que caracteriza a una ciudad como Guayaquil, que a parte creo que fue benévola, ya que en realidad a ratos hacia frío, y nosotros que somos seruchos (como nos dicen los costeños) los sentíamos, pero en las horas en estábamos fuera hacia de esos soles que pegan en la cabeza y uno siente que en realidad el cerebro se le esta cocinando, caminábamos a todos lados, tratando de mantener la calma, salíamos "disque" a conocer la ciudad, avanzando a lo mucho un par de cuadras y regresando de inmediato, ya que queríamos ver si es que hay alguien por allí que nos pueda dar información, una combinación de deshidratacion y cansancio se hacia de nuestro cuerpo, y en esto empezamos a tener entre nosotros estragos, como a mi tía Lucy, que se le hincharon los pies, y para rematar los guardias no dejaban estar a mas de dos familiares en la parte de adentro de la clínica, nos toco rogarles a ellos para que les dejen entrar, y después toco rogarle a Lucy para que entre, que necia, jajajajajajaja, quería estar  como los músicos del Titanic tocando con el agua hasta los hombros, (esto es de familia, o si no pregunten a Roger)jajajajajjajaja, esto es solo una forma de decir, bueno en medio del cansancio y con los minutos que no pasaban para nada, nos fuimos con mis dos hermanos a dejar las cosa en un departamento que gracias a Dios logramos encontrar, porque o si no imaginasen con tanta gente un hotel nos salía un ojo de la cara, departamento que lo bautizamos como la casa del gran hermano,  y en realidad era la necesidad que teníamos de estar juntos por lo que nos metimos en el mismo uno encima del otro, en eso tipo 7:30 de la noche nos llaman a darnos la noticia de que "ya" al fin se termino la operación que había empezado a las 12:00 del medio día, que ya salieron los médicos (Roberto Favaloro y Roberto Gilbert Febres Cordero) en ese momento fue cuando los interceptaron, y paradas al frente solo MUJERES, quien se va a negar a dar información, ni yo que fuera, le preguntaron por como salió todo,  lo que les supo decir es que es un hombre con con corazón muy fuerte, que ya paso el primer round, que de aquí para allá ya todo depende de él, me ponía a pensar, claro que gano el primer round, y va a ganar los que le pongan, porque siempre a sido un hombre de esos que no se deja vencer y sobre todo con unas ganas de vivir, que la he visto en muy pocas personas, a los hijos nos da unas clases de como y con las ganas que hay que vivir.
Ya en la etapa de recuperación, sentados y ya con las buenas noticias, empezamos a tratar de tomar nuestras vidas, ya que a él no le gusta estar amontonados si hay cosas que hacer, (trabajen vagos), y me quede unos días más por un par de cosas que tenia que hacer en Guayaquil, que la verdad fue más un pretexto, y conversando le hago dos preguntas a ese hombre al cual los vengadores le quedan cortos, mientras hacia un ejercicio de respiración, en un momento en el que nos quedamos solos, ¿como te sientes?, a dolorido, me respondió, ¿me imagino que es duro hacer eso?, no tienes idea, y como para darle animo le digo, pero, se te ve bien, y me dice, es que quiero poner de parte para ya irme de aquí,  sentí un nudo en la garganta, se me llenaron los ojos de lagrimas, y sin más me pare a tomarme un vaso de agua, ya que me acordaba de cuando alguna ves fui al zoológico, y veía a una pantera en su jaula, y caminaba de un lado a otro, y en eso me acuerdo de un reportaje que vi que decía que las animales cuando están estresados por el encierro caminan de una lado a otro sin parar, así lo veía en ese instante como una pantera en encierro, lista para saltar el cerco, y la otra pregunta, ¿que pensaste cuando te despertaste?, ¿te dio alegría?, solo me respondió, no preguntes pendejas, con ese tono de manaba que no se le termina de ir por más que ya vive mas de 40 años en la sierra, (y se le llenaron los ojos de lagrimas), ya que no quería hablar, pero con la mirada me dio la información, de que si cuando abrió los ojos estaba feliz de que Dios le de una nueva oportunidad de vida, y con la misma mirada y acercando la mano hacia la herida me demostró la incomodidad del dolor, de estar conectado a todos esos tubos y mangueras, que nos tienen aprisionados a una cama, pero que a las vez nos salvan la vida, contradictorio, no.
En estos dias he visto la lucha por la que mi Papá esta pasando, y veo las mejoras con las que sale cada día, pero sobre todo la fortaleza y las ganas de no dejar este mundo por el solo hecho de que no le da la gana, solo por el hecho de querer disfrutar de la vida con las personas que más ama, me despedí, ya que tenia que viajar a Quito a trabajar y a ver a mi familia, mis hijos, mi esposa, y al despedirnos sin vernos a los ojos nos dimos las manos sin apretones fuertes, de esos apretones que son más de hipocresía, por que yo quería quedarme y mi Papá no quería que me venga, sin más ya estoy aquí a la distancia contento por tenerlo entre nosotros y con pena de que este lejos.