miércoles, 28 de mayo de 2014

Día de las Madres

Este día de las madres ha sido un poco fuera de lo común, y todo empezó ayer cuando mientras estaba en la preparación de la comida para festejar este, y recibo la llamada que era de mi cuñada Mariela, en la cual me contaba que mi mamá esta de un dolor estomacal insoportable, la conversación se baso en si demos o no llevarla al Hospital, claro mi respuesta fue de inmediato que si, y como ya sabia de que se trataba unos cálculos de una vesícula, la verdad es que no me preocupe mucho y seguí con mis trabajos culinarios, como a la hora de esto llame por teléfono a preguntar que es la que había pasado, y me contaron que estaban pensando en hacerle una operación de urgencia, por lo cual volé con mi mujer, mi hija, y mi sobrina, a que me dejen en el Hospital Voz Andes, en el momento en el que entre conversaciones y conversaciones, me enteraba de a poco lo que estaba pasando, cosa que siempre pasa a los rezagados, cuando me toco mi turno de entrar a estar con mi mamá justo entro el Dr. Que era el cual estaba tratando y como buen cirujano nos explico todo el tratamiento que se va a realizar y como se va a realizar la intervención, entre entradas a la maquina de cafés, salidas al carro, entrada a el cubículo, y caminatas por aquí y por allá, nos dieron como las 1:30 de la mañana, ora a la cual, prácticamente nos sacaron.

Bueno nos fuimos a dormir, como a las 2:00 de la mañana, la verdad hacia tanto frio que me era casi imposible dormir, así que mas o menos a las 3 estaba pegando los ojos.

Hoy domingo 11 de mayo de 14 día de las madres, me desperté asustado, por que abro los ojos y ya estaba tarde, porque se supone que a las 8:00 de la mañana mi mamá entraba a la sala de cirugía, mientras abría los ojos le pregunto a mi esposa la hora, esperando que sean las 6:00 de la mañana, tratando e engañarme, pero eran las 7:30 de la mañana, así que me desperece y lo primero que hice es darme la vuelta y darle un abrazo y un beso a mi esposa acompañado de un feliz día, pero la verdad lo que menos quería es levantarme de la cama, y en eso es como cuando uno ya entra en conciencia de las estupideces que esta haciendo y digo, por lo menos le voy a llamar, y en eso mi esposa me dice levántate y ándate rápido, si alcanzas o por lo menos has el esfuerzo, y como robot solo me levante como cuando uno se a tomado algunas copas el día anterior y tambaleándome me metí a la ducha, para tratar de bañarme lo más rápido posible, cosa que es buena ya que de esta manera también ayudo al mundo a no gastar agua de la manera en la que lo estamos haciendo (jajajajajaja), como si lo hubiera pensado¡, bueno salgo de la ducha y encuentro a mi esposa planchándome la camisa para de esta manera ganar un poco de tiempo, y mientras me bestia me apuraba, apúrate, apúrate, apúrate, me termine de vestir y mi esposa ya se había acostado, por lo que mi reacción fue instantánea, me agache para darle un beso y pedirle disculpas por no poder estar con ella en este día, me abrazo y me dijo, no te preocupes, yo entiendo, más bien me llamas a contar que es lo que esta pasando, salí como loco, y tratando de que la camioneta que estaba conduciendo se transformara en avión o en una especie de maquina que me pueda trasladar de un lugar a otro en un segundo, la verdad es que ni una, otra, por más que quería es un simple carro, y claro en un instante me entro la responsabilidad y baje de inmediato la velocidad, para ver el paisaje urbano que témenos en la ciudad, claro al seguir veía en los carros que estaban viajando cerca del mío y se veía parejas felices (recién casados) jajajajajajaj, familias enteras, personas solas, bravos, alegres tristes con regalos en las manos, sin regalos en las manos, mamás cargadas los niños, niños cargados niños, y en ese instante caigo en razón que era el día de la madre, y me ponía a ver en los semáforos, a mamás en un día más que normal, es más un día lleno de expectativas que sea uno de esos días en los que pueden ser mejor, ya que las ventas o las limosnas pueden ser un poco más alto de lo normal, porque algo de remordimiento le entrara a la gente que pasa por allí, se ve a mujeres con sus hijos desamarrando los bultos de los periódicos, haciendo bonches de flores, que es uno de los artículos que más se venden, mamás vendiendo chicles, y en eso veo a una mujer de unos 78 años de edad, sola, yendo por la vereda de la calle, y como solo ellas, las madres pueden entender lo especial de este día, se acerca a una señora que tiene los pies totalmente hacia adentro y con un abrazo fraternal le da un pequeño regalo que no alcance a ver, pero al final el detalle es lo que cuenta , paso el semáforo y veo a una señora de unos ochenta años, tratando de coger un bus con un bonche de rosas de los que veía en el semáforo, en las manos, me imagino que ella mismo se hizo el regalo, cosa que me pare bien, ya que muchas veces eso es lo mejor por que uno mismo sabe que es lo que quiere, o en muchos casos hay familias que se olvidan por entero de ellas, o viven solas, etc., quien sabe cada historia, mientras sigo avanzando me doy cuenta de que las iglesias están total mente llenas, cosa que no pasa por lo general los domingos de misas, se puede decir que en estos días las familias van a las iglesias o por que las mamás obligan a todos, ya que ellas es lo que hacen todos los domingos o se puede tomar como que solo en estos días pensamos que ir a darle una vueltita a Dios para que nos bendiga todo el año, (cosa que tampoco es rara), en fin, llego al hospital y mientras camino por las calles veo el día de las madres desde otra perspectiva, algo que nunca nos fijamos o no queremos ver, veo a señoras con sus puestos de venta fuera de la iglesia de Iñaquito, vendiendo de todo, hay frutas, empanadas de morocho, cafés motes con chicharon, empanadas, mientras me esquivo de la gente y de los vendedores, en una distancia de unos 60 metro veo el Hospital, y la misma historia con la diferencia que hay mamás que están visitando a sus hijas o hijos, que por lo general se han quedado a dormir allí, enfermeras, doctoras recepcionistas, cajeras, y casi corriendo ingreso al asesor, para tratar de alcanzar a ver un minuto a mi mamá, topándome con la buena noticia que la operación se retraso 30 minutos, lo que me dio un poco de tiempo para estar de visita, en eso entran las enfermeras y se la llevan, fue una despedida un poco especial ya que le di un beso en la frente y mi mamá me cogió de la mano y no me soltaba, no por los nervios, más bien por que a los años tenemos ese encuentro especial entre los dos, la verdad es que me sentí como cuando era chiquito,  ya que sabíamos que luego nos veíamos, porque por el solo hecho de ser mujer ya tienen un punto a favor.

Bajamos con mi Papá asta la puerta de la cirugía y mientras esperábamos nuestro paisaje en esos momentos eran rótulos de AREA RESTRINGIDA, enfermeras corriendo, médicos, camillas con enfermos, gente de limpieza, y en eso me pongo a pensar que la verdad para esta gente es un día normal, como cualquier otro, y al otro lado de la historia, están hijos esperando en sus casa, esposos tal ves haciendo el almuerzo, si se llevan bien, mamás esperando a sus hijas, esposas esperando a que sus maridos dejen de trabajar, pacientes y familiares, madres en la sal de cirugía y por un instante se me olvido que era el día de las madres, es que el ambiente era tan normal, que se puede esperar, uno se contagia del ambiente,